Tristeza crónica

 Estoy muy triste... Pero decidí evitar sentir por un tiempo, sabiendo que en algún punto el pozo que alberga mis emociones explotará y siento que no habrá consuelo, ya no habrá.

Evito pensar porque no quiero llorar, evito muchas cosas, me aíslo para que las palabras no lleguen a mi como dardos... 

Mi sensibilidad, mi dolor, mi miseria y mi pesar. Un abrazo preciso quizás calmaría muchas cosas, no permito abrazos porque mostrará mi debilidad, mi fragilidad tan humana, tan áspera...

Retengo algunas frases que me han permitido avanzar, no parecen ser efectivas, ya se desgastaron de tanto uso, una lavada o mil las convirtieron en solo palabras sin sentido.

Estoy muy triste, pero no me permito sentir.

Quisiera que mi vida se acabara... ¿Por qué no puedo acabarla? ¿Cuánto más debo soportar? Dios del cielo escucha mi clamor, ya son dos décadas deseándolo, no entiendo porque sigo aquí...

Delia-